Del destino

No creo en el destino por un tema de principios, pero a veces siento que hay cosas que están escritas, que hay casualidades que son demasiado rebuscadas para no ser más que eso, aunque ¿acaso no es esa la definición de casualidad?

Me he dado cuenta en la última semana de que hay un número que me persigue (no físicamente; eso sólo me pasa en sueños), que está ahí de varias formas y que ha estado ahí los últimos 20 años.
VEINTE AÑOS.
No estamos hablando de un número de esos simples como el 3, sino de uno en condiciones, de tres cifras, que si os pidiera que lo adivinarais lo más probable es que no dierais con él (podéis probar en los comentarios, que no sea yo quien os lo impida).

La primera vez que lo recuerdo tenía 18 años (yo, el número tenía unos cuantos miles más). Se convirtió en una especie de amuleto, algo que me traía suerte pero en unas condiciones muy específicas. Uno que es raro.
Por esa época también viví en él, tal cual suena, porque por qué no iba a poder uno vivir en un número.
Nunca conecté esos dos puntos hasta hace dos días, pero lo más curioso es que hace cuatro años apareció un tercer punto, muy alejado de los dos primeros en todos los sentidos posibles, pero compartiendo esas mismas coordenadas. Que alguien llame a Cuarto Milenio.

Que sí, que son tres puntos en un espacio de 20 años y lo mismo estoy exageran­do un poco, pero ¿y si hay más? ¿Y si el destino no existe pero hay algo ahí que se me escapa?

We might fall

Quiero pensar que estar otra vez en el punto de partida no significa haber vuelto atrás, que esto no es un círculo cualquiera sino el puto Monopoly. Quiero pensar que en una de estas vueltas será solo el Monopoly, sin el puto, pero no esta vez.
Quiero pensar que lo bueno de vivir en círculos es que cada cierto tiempo volvemos a algo conocido, a nuestra casilla de salida.
Y cobramos de nuevo.
Y sabemos algo más.
Y hemos crecido.

Quiero pensar, y eso ya debería ser suficiente, que hay quien no quiere, y joder, ¿no se trata de intentarlo? Lo intento, lo juro, en serio.
Y nada.

Ni cobro. Ni sé más. Ni crezco.

Quiero pensar, pero es que a veces no puedo. Escribo esto con 33 pero podría haberlo hecho con 26 o con 14 o incluso antes. Quiero pensar, pero joder, ¿y si no? Que a lo mejor dejé de hacerlo con 26 o con 14 o incluso antes, que si no pienso nada nuevo quizá no estoy pensando; solo recuerdo.
Y no existo.

Descartes.

Quiero pensar que no soy eso, la carta que sobra de tu mano, el tres de corazones que no te encaja en ningún sitio. Quiero encajar, joder. Quiero gritar y no puedo, que antes joder siempre iba entre exclamaciones.
Y ahora nada.

Quiero pensar que cogeré una carta de Suerte que no será de hacer reparaciones, que me ayudará a ser capaz de sorprenderte y yo qué sé, que me prestes tus signos de admiración.

Quiero pensar que aunque sea para soñar aún valgo.

Quiero pensar que una de estas vueltas la damos de la mano.

 

Ghastly ft. Matthew Koma – We might fall

Could you come a little closer but still keep your distance?

Just dumb enough to try

No digo que haya pasado ni que vaya a pasar,
pero podría.
Supongo que ya es un paso,
pequeño pero uno,
que aunque la vida no sea más que cosas que podrían pasar
también es cosas que no,
y esta podría;
y personas que no,
y tú podrías.

No digo que un paso sea un camino pero por algo se empieza,
que no hay caminos sin pasos;
que aunque pueda hacer esto solo
entre dos debe ser más rápido.

No digo que uno no baste, pero es la mitad de dos;
y hay personas que no,
pero tú podrías.

 

Father John Misty – Just dumb enough to try

Everything’s cool, I’m great, it’s fine.