Vamos a saltárnoslo todo: nuestro primer cruce consciente, los días de observar nuestros reflejos en el espejo como si mirarnos directamente fuera a hacernos daño, las horas planeando el primer contacto y ese primer contacto.
Vamos a saltárnoslo todo: los mensajes, las esperas, las notas de voz después de las cuales cerramos corriendo la ventana como si lloviera.
Los iconos inocentes con segundas intenciones que no lo son tanto.
Vamos a saltárnoslo todo: los vuelcos del corazón, los días felices, esos de sentirnos los reyes del mundo… y las tormentas con las ventanas abiertas de par en par.
Vamos a saltárnoslo todo hasta llegar a esta canción.
Pongamos que ahora yo te digo que te puedo dar un súperpoder, el que quieras, y que tú te crees que es verdad. Pongamos que estamos en ese punto en el que lo que digas a continuación se va a convertir en realidad. ¿Qué responderías? ¿Qué súperpoder te gustaría tener?
Quizá me paso de listo, pero ¿volar? ¿Leer la mente? ¿Telekinesis? ¿Control del fuego? ¿Del hielo? ¿Del agua? ¿De la mente? ¿Convertir en oro las cosas con un simple toque? ¿El agua en vino? ¿Invisibilidad? ¿Fuerza desmedida? ¿Regeneración? ¿Inmortalidad?
Puede que no haya acertado, pero en la mayoría de los casos los tiros van por ahí, y es una pena. ¿Cuándo ha elegido alguien, por ejemplo, ser capaz de alegrarle el día a cualquiera con una sonrisa? ¿Poder juntar en un mismo abrazo a personas diametralmente opuestas? ¿Entender siempre la opinión del otro y no querer cambiarla? ¿Saber verle el lado bueno a cualquier situación? ¿No gritarle nunca a nadie?
Los poderes de la segunda lista son también inalcanzables, pero están más cerca, y nunca los tenemos en cuenta.
Todos podemos ser superhéroes, superhéroes de verdad. La verdadera pregunta es: ¿queremos serlo?
(Si tu respuesta a la primera pregunta antes de ver las opciones iba en la línea del segundo bloque dime cuándo te va bien que nos casemos)
The Chainsmokers & Coldplay – Something just like this
I’m not looking for somebody with some superhuman gifts.
Me giro y estás, y estás también cuando miro de frente pero eso no me sobresalta. A la derecha, a la izquierda, detrás de una puerta. Últimamente cada vez que abro una puerta te veo al otro lado, y eso no tiene sentido.
Te veo en todas partes, en las que estás y en las que no, y no creo que sea obsesión pero es un problema, que se me empiezan a mezclar realidades cuando ya casi me había convencido de que no estoy loco, y se ve que sí.
Te veo en todas partes y dudo, porque nunca sé si eres tú o soy yo, y tengo miedo de hablarte y que no seas o de no hacerlo y que sí, y no veo las otras dos opciones porque el vaso está medio lleno, de miedo pero medio lleno.
Lo bueno es que me giro y estás. Y siempre sonríes.
Yo creo que con eso tiro.