Just dumb enough to try

No digo que haya pasado ni que vaya a pasar,
pero podría.
Supongo que ya es un paso,
pequeño pero uno,
que aunque la vida no sea más que cosas que podrían pasar
también es cosas que no,
y esta podría;
y personas que no,
y tú podrías.

No digo que un paso sea un camino pero por algo se empieza,
que no hay caminos sin pasos;
que aunque pueda hacer esto solo
entre dos debe ser más rápido.

No digo que uno no baste, pero es la mitad de dos;
y hay personas que no,
pero tú podrías.

 

Father John Misty – Just dumb enough to try

Everything’s cool, I’m great, it’s fine.

Smile

Todo empezó con una sonrisa.

Esa es mi frase, el principio de mi historia, y no se queda ahí. Todo empezó con una sonrisa es mi nexo, mi todo, mi anáfora; mi figura retórica preferida. Le cambio el verbo cada día y la hago mi primer verso en cada estrofa.
Todo empieza con una sonrisa.
Todo crece con una sonrisa.
Todo cambia con una sonrisa.

Siempre.

Todo.

Y cuando llegue el final, porque algún día lo hará, romperé las reglas y me despediré una vez más con mi principio: todo acabará con una sonrisa.

 

Mikky Ekko – Smile

But the future is forgiven, so smile.

First light

Aunque esto se llame Empezando por el final soy muy de primeras frases. No lo son todo, pero ayudan a marcar el camino, el tono, el ritmo.
Una primera frase es una declaración de intenciones, un manual de ruta, un aviso a navegantes. Puede enamorar o cansarte, ganar tu atención, perderte, atraparte por completo… ¿no es todo lo mismo?
Cara o cruz. Bien o mal. Sí o no.

Al final no hay principio que no esté polarizado, pero eres tú quien decide hacia dónde orientas tu luz.

Dime, ¿cuál es la primera frase de tu historia?

 

Dustin Tebbutt – First light

I’m looking up to where we carved our names in stone.