Brillo

Te miro desde debajo de mi mano como quien mira en dirección al sol, no porque brilles, que quizá, sino por respeto.
Te miro como aquel que se sienta ante una película de terror sin sentirse preparado: me tapo la cara con las manos pero alineo mis pupilas con los huecos que quedan entre mis dedos.
Te miro, y no estoy seguro, pero te miro.

Septiembre, que es como enero pero sin los fuegos artificiales; lleno de propósitos, de cambios, de cosas que quedan atrás.
Septiembre, que es como enero pero más cruel; que lo que deja atrás es el verano, y qué verano.

El verano de nuestra vida.

A veces no nos damos cuenta, pero todos los veranos son el verano de nuestra vida.
Luego ya nos vamos y siguen siendo veranos, pero de las vidas de otros.

No sé qué viene (¿acaso alguien lo sabe?), pero miro, tapándome un poco por si brilla. Y por respeto.

J. Balvin ft. Rosalía

Dentro de poco va a ser demasiado tarde.

La vereda de la puerta de atrás

Me dijiste que tenías ganas de volver y me emocioné, porque era algo que deseaba aunque apenas lo dijera (aunque no lo dijera en absoluto). Uno puede hacerse el fuerte, el orgulloso, intentar que estas cosas no salgan, para que no le hagan daño otra vez o para no parecer tonto, pero eso solo funciona en la vida real: en los sueños es imposible engañarse a uno mismo.

Me desperté y me hizo gracia, porque cómo ibas a volver si nunca habías venido. Aun así me había alegrado de volver a verte, aunque nunca hubieras mostrado interés.
Aunque nunca vayas a hacerlo.

Supongo que sé fingirlo, pero que en el fondo no soy capaz de guardar rencor, que cierro las puertas pero nunca echo la llave, por si acaso; por si algún día vuelves a llamar aunque nunca lo hayas hecho.

No sé dejar de querer.

Extremoduro – La vereda de la puerta de atrás

Mi ejército no tiene banderas, solo un corazón.

Sleep

Soy de esos que piensa que dormir es una pérdida de tiempo, y estaba yo convencido de que no era así, ¿eh?, pero resulta que me engañaba.

Esta mañana me he despertado pronto, como siempre, más o menos una hora antes de tenerme que despertar de verdad, y me ha pasado eso que no tiene ningún sentido que es que el cerebro se active, que no pasa en mitad de la noche pero pasa cuando te metes en la cama y cuando queda poco para que salgas.
Querido cuerpo: una hora no es poco. Déjame dormir.
Esto y los pelos que crecen hacia dentro refuerzan mi falta de fe en la evolución y el cuerpo humano en general.

He empezado a darle vueltas a todo, al día que tenía por delante y tal, pensando que ojalá pudiera dormir un par de horas más. Un par mallorquín.
¿Por qué es el mundo tan injusto y no puedo dormir cuando quiero?, en plan muy dramático.

Y me he dado cuenta de que en verdad dormir no quería, que lo que quería era no hacer todas esas cosas que estaba repasando en mi agenda mental de este martes, que yo en fin de semana me levanto antes incluso porque lo que tengo por delante son cosas que disfruto, que a lo mejor esto es una definición de libro de una vida rutinaria y triste y sin sentido pero vamos a ignorar esta última frase.

Dormir es maravilloso… siempre que no haya nada mejor que hacer.

My Chemical Romance – Sleep

The hardest part is letting go of your dreams.