Life’s lessons

Alguien me dijo una vez que la gente viene y va. Me dijo también que tras muchas idas y venidas había aprendido a que no le importara, no el ir y venir sino la gente en sí. Me contó cómo ya no se molestaba en conocer de dónde venía, qué le hacía sonreír, con qué soñaba.

Fue hace tiempo, un par de años quizá, y hoy he vuelto sin querer a esa conversación mientras conversaba con un desconocido al que probablemente no vuelva a ver jamás. He vuelto porque es verdad: no me importa; pero lo que no me importa es que la gente venga y vaya. ¿No es eso acaso lo que nos hace interesantes?

La gente viene y va, y es quizá precisamente por eso por lo que es tan importante el ahora. ¿Qué más da si no hay un después? Todos tenemos una historia, algo que enseñar, y no hace falta una vida: las mejores clases que he tenido han durado minutos.

 

Lynyrd Skynyrd – Life’s lessons

It’s time for you to open your eyes. 

Miss you love

El problema no fue que no te quisiera sino que te dedicaras a comparar nuestras maneras de querer, viendo la mía como querer menos cuando quizá solo era querer diferente. Nunca dijiste aquello de No eres tú, soy yo, pero eras tú, que no te bastaba con querer y que te quisieran, que buscabas competir, que te empeñaste en llevar al amor el juego del yo más y no te valía ganar.

Yo te quería, claro que sí, pero a mi manera. Tú me querías a la tuya y a mí me parecía bien, pero al revés no: estaba mal, no era suficiente, tú más. Tú siempre más.
Lo aceptaba, pero tú querías reto, carrera, contrincante.
Yo al amor iba a participar, no a competir.

El problema fue que tú me querías ganar y yo solo te quería.

 

Silverchair – Miss you love

I love the way you love, but I hate the way I’m supposed to love you back.

Your body is a wonderland

Me gusta repetir películas, libros, canciones, viajes. Me encanta repetir viajes.
Disfruto volviendo una y otra vez a los mismos sitios, buscando nuevos rincones en lugares que ya conozco, sorprendiéndome al encontrar en cada visita algo por primera vez.
Me gusta ver cómo crecen las ciudades; verlas cambiar, evolucionar, adaptarse. Me gusta sumergirme en su rutina cada cierto tiempo, siempre la misma, siempre distinta.

Hay quien me critica, quien me dice que repetir un viaje no tiene sentido con tanto mundo por ver. Creo que no lo entienden, que no se dan cuenta de que solo la repetición permite apreciar los matices, que hace falta constancia para ver los detalles.

No me canso de repetir viajes.
Podría hacerlo siempre, ver los mismos sitios, enamorarme otra vez cada día. Hasta el final.

Pudiendo volar a ti no necesito más aeropuertos.

 

John Mayer – Your body is a wonderland

This is bound to be a while.