Grow as we go

El niño se pasa la infancia queriendo crecer, porque para todo lo interesante hay que ser grande, porque nadie le escucha, porque los mayores se ríen y él no lo entiende. El niño quiere crecer, y lo hace, pero esas ganas no se van: el niño sigue queriendo crecer. Son muchos años con el mismo objetivo, demasiados, y un día el niño ya es grande pero ahí sigue el anhelo.

El niño ha cambiado, y también ha cambiado lo que significa esa palabra, crecer, pero sigue estando ahí, ahora ya casi una necesidad.
Hay que crecer, que ahora es evolucionar, o aprender cosas nuevas, o hacer mejor las cosas que el niño ya sabe hacer.
El niño ya no es un niño, pero sigue sintiéndose tal, porque en parte piensa que si uno no se siente pequeño no puede aspirar a ser grande, y el niño se siente pequeño, muy pequeño a veces.

El niño también se siente pez, porque escuchó una vez que los peces crecen según el tamaño de la pecera en la que viven y ahí se quedó eso grabado, aunque sea mentira.
El niño sigue creciendo lo que puede, dejándose llevar en un sentido literal, porque en la pecera te ponen, no lo haces tú, y si el entorno te limita te resignas hasta que te cambien a otra que te dé más.
Así vive, queriendo crecer pero sin hacerse realmente dueño de su viaje porque cree que no puede, que la vida es esto, que depende de la suerte.

Un día el niño se acuerda de que vio Buscando a Nemo y de que ahí salen de la pecera por sí mismos.
Y recuerda que se puede.
Y decide decidir.

Ben Platt feat. Sara Bareilles – Grow as we go

Ooh, who said it’s true that the growing only happens on your own?

Duro y suave

dúctil
Del lat. ductĭlis.
1. adj. Dicho de un metal: Que admite grandes deformaciones mecánicas en frío sin llegar a romperse.
2. adj. Dicho de un metal: Que mecánicamente se puede extender en alambres o hilos.

maleable
Del lat. malleus ‘martillo’ y -ble.
1. adj. Dicho de un metal: Que puede batirse y extenderse en planchas o láminas.

Tengo estos dos términos en la cabeza pero no era capaz de definirlos ahora sin la ayuda del diccionario. Lo curioso es que sí recuerdo perfectamente el día de antes de aquel examen sobre los metales, y dudo que sea capaz de olvidarlo algún día.
Supongo que es verdad que en el colegio se aprende, y mucho, pero las lecciones rara vez están en los libros.

Recuerdo cómo me sentí aquella tarde, cuando el sol caía y yo me di cuenta de que iba a fallar, ¿por primera vez? ¡Desde luego que no! Pero a lo mejor por primera vez en ese aspecto desde hacía mucho tiempo.
Tenía mucha facilidad para entender y recordar cosas, mucha, y es muy fácil cuando algo no te cuesta darlo por supuesto, confiarte. ¿Qué era un examen de diez páginas para mí? Nada que no pudiera estudiarme el día de antes.

Hasta que llegaron los metales.

Aprendí eso que nos han dicho siempre: que no puedes dejarlo todo para el último momento. El problema es que también aprendí algo mucho más peligroso: que aún en el tiempo de descuento es posible salvar la papeleta, y ¿sabes esa sensación de ganar cuando parece que está ya todo perdido?

Leslie Grace, Noriel – Duro y suave

Como si el mundo se fuera a acabar.

No queda na

Se gana facilidad de palabra con la edad y yo sin embargo me voy quedando mudo, como si no viajara en la dirección que toca. Lo mismo no envejezco y me estoy volviendo pequeño, como Benjamin Button. Aunque mis referencias me delatan.

Si fuera un plátano en lugar de marrón me estaría volviendo verde, o incluso lo que sea que viene antes de eso. ¿Una flor? Vamos a olvidar que existe Google. ¿Cuántos de vosotros conocéis de principio a fin el ciclo de vida de un plátano? No somos nadie, ¿verdad? No sabemos nada.
O quizá solo soy yo.
Quizá todo el mundo estaba prestando atención ese día en clase y yo mirando por la ventana.

¿Le pasa a alguien más? Que estás mirando por la ventana mientras pasa todo y es como si todo hubiera pasado sin ti, que estabas ahí pero no estabas. De cuerpo presente pero de mente ausente.
No son los móviles, eso es solo una ventana más: son las ventanas en sí.
Me pasa que siempre quiero estar al otro lado.
Siempre, ¿sabes? Que estando dentro quiero estar fuera pero es salir y mirar hacia dentro con pena.

A lo mejor en vez de usar la puerta hay que atravesar la ventana, como si el hechizo estuviera en el cristal. O en el vidrio.
Si lo rompes, lo llames como lo llames, ¿sigue la ventana siendo una ventana?

Marc Seguí, Babi – No queda na

Y no me grites «vuelve, vuelve, vuelve»