Se acaba un año, o empieza, o qué más da, si al final todo cambia y nos quedamos igual. Son excusas, rituales, costumbres. Es celebrar que seguimos aquí, que deberíamos hacerlo a diario pero se nos olvida.
Hoy celebramos el despiste, el no haberle dado al día a día valor en su momento y atribuirle de repente todo el peso, como si el cambio no fuera algo gradual, como si fuera a llegar hoy de golpe.
Hoy nos sentimos a punto de saltar hacia una nueva vida, somos mejores, empezamos de cero.
Se acaba un año, o empieza, o qué más da, si seguimos aquí y estamos vivos.
Feliz 2016.
Death Cab For Cutie – The New Year
So this is the New Year and I don’t feel any different.
Seguro que conocéis a ese tipo de gente que compara cualquier situación de la vida con un capítulo de Los Simpson. Los odio (en plan bien, ya sabéis cómo soy yo con eso del odio), porque no es solo que lo comenten, sino que además esperan que sepas exactamente de qué están hablando. Me gustan, sí, pero no me sé cada episodio de principio a fin, respondo yo, no con palabras sino encogiéndome un poco de hombros y mirando hacia arriba; muy sutil todo, demasiado al parecer, pues ellos siguen. ¡Que no sé de qué me hablas! Y me miran raro. Lo siento, ¿vale?
Creo que es de esas cosas que me ponen un poco más nervioso de lo que sería normal.
¿Os acordáis de aquel capítulo de Los Simpson en el que a Bart lo bajan de curso y a Lisa la suben? Me acuerdo hasta de cómo lo llamaron en España: Bart contra Lisa contra tercero de primaria. Hoy me ha venido a la cabeza la escena en la que a Lisa le preguntan si prefiere ser un pez grande en una pecera o un pez pequeño en un océano, o algo así, como seguro que os acordáis todos tampoco hace falta que sea muy preciso.
La vida al final termina siendo eso: quedarse donde uno está cómodo y se siente grande o salir a mar abierto donde uno es insignificante y vulnerable.
Y resulta que Lisa elige pez grande. (pezón)
Se me cayó un mito, porque Lisa es lista y, sí, es repelente, pero yo también lo soy y no pasa nada. Lo que no esperaba era que fuera tan conformista, tan contraria al reto. Lisa, tú antes molabas.
Yo elegiría pez pequeño, pero el tema es que tú no eliges, o no del todo, que es la vida la que determina el tamaño de tu pecera y tu dieta la que define el perímetro abdominal del pez. Yo desayuno desafíos.
Hay peceras muy bonitas, pero son finitas y tarde o temprano cansan. No nos quejemos cuando el mundo nos supere y nos encoja: demos gracias por no estar encerrados entre paredes de cristal, por tener la oportunidad de explorar ilimitadamente, por haber nacido pezqueñines.
Rachel Platten – Fight song
I might only have one match but I can make an explosion.
No era veintiocho de diciembre pero ahí estaba yo, inocente. Tenemos que hablar, habías dicho. ¡Tenemos que hablar! No se me ocurre nada más claro que eso, absolutamente nada, pero yo fui a aquella cita pensando: ¿qué tendrá que decirme? No es que no lo supiera, pero me engañaba, ya sabes, las cosas son tan bonitas o uno las ha maquillado tanto que llegado el momento de la verdad lo más lógico es otra mentira.
Llegué con (mucho) tiempo, por la Navidad, por las luces, por dar antes de verte vueltas bajo cientos de bombillas que coreaban ¡te va a dejar! mientras yo seguía erre que erre. ¿Qué querrá contarme?
La mente humana es como es, que yo a las bombillas las oía pero no las quería escuchar, que con Taylor Swift en mi mp3 ya iba sobrado de mensajes positivos. Taylor Swift, gran presagio en esto del amor.
A punto estaba ya de marearme cuando hiciste acto de presencia.
– Dime – dije.
– Que te diga qué – dijiste.
– ¿No querías hablar? – dije.
– Por eso no me gustan estas cosas… – dijiste.
– ¿Por eso no te gusta qué? – dije.
– Toda esta mierda – dijiste.
La mente humana es como es: mucho maquillaje y lo que tú quieras, pero yo estaba calentito de paseo y fue verte y notar el frío, suficiente para darme cuenta de que aquello no iba a ir bien, y no porque fueras a dejarme, que al final tampoco era el caso ya que ni me habías llegado a coger.
Desconfiad de las bombillas: nunca se enteran bien de las cosas.