Stop the clocks

Uno no se acostumbra:
no aprendes a llevarlo mejor,
ni a que duela menos.

Aprendes que eso no te mata, que pasa.
Aunque duela.

Y duele.

Cada vez.

L.A. – Stop the clocks

You can’t stop the clocks forever.

Too good at goodbyes

Nos hacemos mejores con el tiempo; mejores en todo.
Nos hacemos mejores hasta sin querer.

Yo no quería, juro que no, pero lo soy.
Soy mejor en muchas cosas, bravo, y qué putada.

Me he vuelto un as en las despedidas,
en no leer adioses como hasta luegos,
en no buscarte otra vez luego
y en dejar de querer rimarte siempre a ti contigo.

Ahora cuando te vas te has ido.

Soy el amo del punto y final.

 

Sam Smith – Too good at goodbyes

And every time you leave me, the quicker these tears dry.

Vuelve

Te fuiste, otra vez, y me di cuenta de que había perdido la cuenta, de que lo habías hecho tantas veces que ya se había convertido en rutina. Nos acostumbramos a las cosas que se repiten, sí, pero eso no hace que todas las costumbres sean buenas.

Desaparecías sin decir nada, intentaba buscarte sin suerte y esperaba. Esperaba días, semanas, alguna vez hasta meses. Al final siempre volvías.
Volvías y eso era bueno. Estabas ahí, las cosas se parecían un poco a como eran antes y era como si jamás te hubieras ido… pero te habías ido.
Te habías ido y no me habías dicho nada, ninguna explicación de por qué, y mientras esperaba no podía evitar intentar encontrar esos motivos que era imposible que adivinara. Acababa siempre echándome la culpa, diciéndome que había sido aquello que había dicho o lo otro que había hecho.
Luego volvías. Y hasta te daba las gracias.

No todas las costumbres son buenas.

Al final solo te fuiste una vez.
Nunca llegaste a volver de verdad.

 

Andrés Suárez – Vuelve

Puedes quedarte con la playa y los abrazos.