Me hago mayor

Me hago mayor.

Me reía yo de mi madre cuando llamaba José Vicente a Juan Ignacio, pero es que ahora yo hago lo mismo, que pienso en tal persona y digo el primer nombre que se me ocurre, y no es, y sé que no es, pero de algún modo espero que la otra persona entienda a quién me refiero, como por telepatía, y si lo hace lo veo como un éxito y la próxima vez me esfuerzo aún menos. Y si no lo hace me enfado.

Ser mayor es un poco eso: llamar a las cosas nombres aleatorios y enfadarte si no te entienden, porque ya tienes una edad y llevarte la contraria estaría feo.

La juventud ya no respeta nada.

Ser mayor es criticar a los jóvenes, pero es que míralos, que lo difícil es no criticarlos.

Un día eres joven y al día siguiente usas una foto de tu hija para felicitar la Navidad. Te das cuenta, piensas que aún estás a tiempo de buscar un plan b, de aparentar, pero es que mírala: qué porte, qué saber estar, qué todo. Y podrías tratar de justificarte pero para qué, si no has venido aquí a engañar a nadie y tampoco lo ibas a lograr aunque quisieras.Y lo más importante es que no quieres. 

No quiero. 

2021 me ha convertido en lo que soy: un adulto responsable, un padre de familia, un modelo a seguir. Lo último literalmente, que la hija en cuestión es un perro y eso es lo que hacen… espero. ¿Y si soy un mal padre? ¿Y si no sé darle lo que necesita? ¿Y si no me quiere?
¿Y si no le gusta mi postal de Navidad?

Espero que a ti sí, pero si es que no no me lo digas, que yo soy normalmente de ir con la verdad por delante pero han sido un par de años difíciles para todos y tampoco hace falta ir a hacer daño, que es Navidad. Y oye, que feliz Navidad, que a ver si al final con todo el rollo se me va a olvidar.

Disfruta de estos días. Intenta ser feliz. Sonríe. Y si te sale hacer otra cosa también vale: siente lo que tengas que sentir.

Y cuídate mucho.

¡Feliz Navidad!

La vereda de la puerta de atrás

Me dijiste que tenías ganas de volver y me emocioné, porque era algo que deseaba aunque apenas lo dijera (aunque no lo dijera en absoluto). Uno puede hacerse el fuerte, el orgulloso, intentar que estas cosas no salgan, para que no le hagan daño otra vez o para no parecer tonto, pero eso solo funciona en la vida real: en los sueños es imposible engañarse a uno mismo.

Me desperté y me hizo gracia, porque cómo ibas a volver si nunca habías venido. Aun así me había alegrado de volver a verte, aunque nunca hubieras mostrado interés.
Aunque nunca vayas a hacerlo.

Supongo que sé fingirlo, pero que en el fondo no soy capaz de guardar rencor, que cierro las puertas pero nunca echo la llave, por si acaso; por si algún día vuelves a llamar aunque nunca lo hayas hecho.

No sé dejar de querer.

Extremoduro – La vereda de la puerta de atrás

Mi ejército no tiene banderas, solo un corazón.

Ay pena, penita, pena

Me paso media vida tirado en el suelo. En sentido figurado, claro; no porque no lo haga ahora la mitad del tiempo, que sí, sino porque es algo que he empezado a hacer recientemente. Tan recientemente como 2020, ya sabéis, con lo del virus ese. Supongo que os suena.

Digo que he empezado, pero ¿no debería decir que lo he retomado? Hace tiempo que no veo a ningún niño pequeño, pero creo que es algo que solían hacer. ¿Lo mismo es eso? ¿Que vuelvo para cerrar el ciclo? Que pensándolo bien mejor no: lo de cerrar ciclo me suena a irse con el tío de los lirios, y ahora mismo no nos podemos juntar.

El tío de los lirios, que he crecido oyendo hablar de él y preguntándome quién sería, y ahora me da por buscarlo en Google por aquello de confirmar y NO HAY NADA. ¿Alguien sabe de quién hablo? ¿Alguien con quien no tenga lazos de sangre?
Una de dos: o es algo propio de mi familia, que qué bonito, o el mundo no le ha hecho justicia al pobre señor. ¿De verdad que nadie lo conoce? Decidme que sí.

Seguiría hablando, y tengo más que decir, pero es que este descubrimiento me ha trastocado un poco y siento como que me sobra energía potencial.

Me vuelvo al suelo.

Decidme cosas.

Lola Flores – Ay pena, penita, pena

Me duelen los ojos de mirar sin verte.