Hubo un tiempo en que escribía prácticamente a diario. No sé si alguien se acordará de eso, porque a mí la verdad es que me cuesta recordarlo, pero es cierto.
Cuando escribes cada día no es que no importe lo que digas, pero hay menos presión: si hoy no sale del todo bien mañana ya irá mejor. Es rutina, una parte de tu día a día y del día a día de los que te leen; y lo que pasa con la rutina es que la damos por supuesta. Eso, desde los ojos del que está a este lado de la pantalla, es bueno.
Yo me sentaba a escribir y lo hacía sobre cualquier cosa, por pequeña que fuera; y aunque el tema apenas tuviera relevancia las palabras fluían porque no tenía presión.
La presión es la peor enemiga de las musas.
Supongo que esto es una disculpa… o una excusa.
Escribo poco porque escribo poco, y como escribo poco cada vez escribo menos.
My Chemical Romance + The Used – Under pressure