Las ganas

El cuerpo es sabio, capaz de hacer cosas que ni siquiera somos capaces de imaginar. ¿Y si el cuerpo fuera capaz de vivir el tiempo de una forma menos lineal de la que pensamos? ¿Y si fuéramos capaces de saber de antemano lo que está por llegar? No hablo de premoniciones, o sí, pero ¿qué pasaría si en lugar de llamarlas premoniciones las llamáramos ganas?

No creo que el destino esté escrito, no en el sentido de que tu vida aparezca detallada en un manuscrito del siglo III, pero quizá tus acciones sí determinan algo más de lo que entiendes por presente.
Supongamos por un momento que lo que has hecho hasta hoy no ha condicionado solo dónde estás ahora sino dónde estarás en un mes, que tu pasado desemboca en tu presente, pero que vives en dos tiempos: física y mentalmente en el presente menos treinta días, que tú conoces como hoy, y de forma subconsciente en tu presente real, que para tu yo real sería el futuro.

El tema es que de algún modo, al saber lo que viene y no estar listo para ser consciente de saberlo, tu mente te envía señales de lo que está por llegar. Digamos que en cierta manera te avisa, que tu cuerpo te prepara para lo que viene y lo hace a través de las ganas.
Imagina por un momento que cuando quieres hacer algo no lo haces como producto del libre albedrío sino como mecanismo de defensa, que esa sensación que a veces no entiendes de necesitar esto o aquello es un mero trámite previo a la inevitabilidad de su llegada.

Nunca tienes ganas de nada en realidad.

Yo no quiero irme: ya no estoy.

 

Dani Martín – Las ganas

Siempre buscando que haya más luz después de luz.

10 comentarios sobre “Las ganas

  1. «Quizá tus acciones sí determinan algo más de lo que entiendes por presente.» <— Totalmente, o al menos yo creo que es así.
    Pues yo a esta entrada le pondría claramente una frase: "El secreto está en las ganas". 😉

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