Una de las cosas que aprende uno rápido cuando empieza a correr es a no juzgar al resto de corredores, que si aquel va tan deprisa quizá es porque acaba de empezar, que si esa otra parece no aguantar nada a lo mejor es porque lleva corriendo dos horas, que si a la chica de verde le cuesta tirar puede ser porque acaba de salir de una lesión, que aunque este pare a los veinte minutos quizá acaba de batir su propio récord…
Hay tantos motivos como personas, pero el ritmo de nuestra propia carrera nos hace imposible verlos, y no pasa nada: no pasa nada siempre que entendamos que nunca entenderemos de dónde viene o adónde va cada uno.
Una de las cosas que aprende uno rápido cuando empieza a correr es que correr le enseña a uno a vivir.
Andrés Calamaro – Nacimos para correr
Porque para correr primero hay que caminar.
Z 
Muy buena reflexión, corre y no juzgues
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¡Siempre! 😀
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🙂 correr te hace sentir bien! O ya me he vuelto adicta! Y sentirte bien hace pensar menos en criticar a nadie!
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Y qué bien sienta cuando una cosa buena lleva a otra, ¿no? 😀
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¿Y si no me gusta correr?
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Mientras tampoco te guste juzgar no hay problema 😛
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¿juzgar? no, no me gusta juzgar…
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No sé por qué sospechaba yo que no eras de ese tipo de persona 😉 Que tengas un hermoso día. ¡Un abrazo!
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Beso!!!!!
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No puedo correr ;(… Pero si caminar suavecito.
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Lo importante es no parar, y entender que cada uno tiene sus circunstancias que hacen que se mueva cómo se mueve 😉
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Así es.
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