Frambuesa

No me quiero poner místico y hablar del destino y todo eso, pero cómo es, ¿eh? Un día estás soñando algo y al día siguiente estás viviendo ese sueño, pero todo es muy real, ya sabes, casi demasiado; que los sueños no son así, no huelen así. Se siente, ¿verdad? En el fondo sabes si estás soñando, y ahora no lo estás, que el sol quema y se te ha olvidado ponerte protección, y ¿cuántas veces en un sueño has dicho ¡mierda, no me he puesto crema!?

Lo curioso de los sueños es eso, que a veces se cumplen.

De pequeño tienes muchos y los ves lejos, muy lejos, pero son tus sueños y los quieres.
Te sientas, coges tus colores y un papel y garabateas un plan.
Y te esfuerzas.
Y trabajas.
Y luchas.

Siembras, eso es lo que haces.
Nos pasamos la infancia, y quizá también la adolescencia, sembrando, de todo, por todas partes.
Y riegas y riegas y un día eso brota, y ahí lo tienes: tu sueño.
Si has sembrado mucho, no te has olvidado de regar y tienes suerte, brota también mucho. Es lo justo.
¡Y a recolectar! Pocas sensaciones hay mejores que comerte una fresa que está ahí gracias a ti.
La fresa es el sueño, es una metáfora.

Lo que pasa a veces es que con tanta cosecha se te olvida volver a sembrar.
Estás bien, te acomodas, no puedes quejarte pero… ¿eres feliz? ¿Es seguir recolectando lo que quieres? Vivir de los sueños que tuviste cuando eras joven, o más joven. No tiene nada de malo, pero habías enterrado otras semillas que nunca llegaron a germinar, y ¿a lo mejor estaría bien intentarlo otra vez? O plantar algo que ni te habías planteado, que ahora con esto de la primavera están las semillas de oferta, y nunca es tarde para soñar sueños nuevos.

Puedes vivir de fresas, e incluso ponerles nata y disfrutarlas aún más, pero ¿a qué debe saber una frambuesa?

Karla Cruise – Frambuesa

Sonidos que se escapan para regresar.

Viviendo deprisa

Alejandro lo sabía. Fue hace muchos años, pero el ya lo dijo; que estábamos malgastando nuestro tiempo viviendo deprisa.
Es curioso cómo todas esas canciones, libros y películas tienen otro sentido si las miras desde nuestra perspectiva actual. Como si toda esa gente ya lo hubiera sabido, o como si lo que sentimos ahora no fuera en verdad tan diferente de lo que hemos sentido antes.

A lo mejor con los sentimientos pasa como con los sabores, que hay unos cuantos y los puedes combinar como quieras, pero al final los colores primarios son los que son.

Viviendo deprisa, corriendo de aquí para allá; que si coge el metro, que si lleva a los niños a inglés, que si haz la cena rápido que empieza Cuéntame. Y de pronto todo se para.

Todo se para, y es lunes por la noche aunque no son ni las siete y media, que ahora con suerte estarías volviendo del trabajo, pero ya estás pensando en cenar y meterte en la cama. Es lunes por la noche y estás escribiendo desde lo que antes era una mesa que casi no usabas pero ahora es oficina, comedor, cafetería y otras tantas cosas más.
Ha sido un lunes lento, o eso habrías dicho antes, pero ahora todo es lento, así que ha sido simplemente un lunes. Otro lunes. Un lunes bueno, en verdad, que no has hecho horas extra, has comido bien y has hecho veinte minutos de ejercicio. Veinte. Parece hasta mucho.

Supongo que volveremos a vivir deprisa, pero hoy solo el hecho de pensarlo es raro.

Alejandro Sanz – Viviendo deprisa

No me esperes, yo me quedo aquí.

I’m just a kid

Un niño disfrazado: eso es lo que soy;
que me miro en el espejo y me veo grande,
aunque a veces me siento como si lo único grande fuera todo lo demás.
Que me queda bien la camisa pero por dentro me baila.
Que doy golpes en la mesa y no entiendo para qué.
Que juego a cosas de mayores sin saber.
Que no he crecido.
Que soy un niño.

 

Simple Plan – I’m just a kid

I’m just a kid and life is a nightmare.