Half a man

Siento que se me ha escapado la profundidad, que yo era una piscina de las grandes, quizá no toda pero al menos el lado hondo, ese que da respeto o miedo o un poco de los dos, que te lo piensas dos veces antes de saltar.
Se podía nadar, ¿sabes? Qué nadar, ¡se podía bucear! Creo que no se le puede decir algo más bonito a una persona que que se puede bucear en ella.
Sé que es raro porque estoy hablando de mí, pero cuando uno habla de lo que ha perdido puede decirse cosas bonitas sin miedo a sonar engreído. En verdad deberíamos decirnos cosas bonitas siempre, en pasado y en presente, que si no nos queremos nosotros ¿quién? Pero eso para otro día.

Se podía bucear, bajar y seguir bajando, que quizá ni te lo acababas por mucho que fueras capaz de mantener la respiración. Tenía yo más capas que el armario de Superman, y estaban todas ahí, a la vista de quien quisiera verlas. Querer de verdad.

Ahora no sé, me siento un poco superficie, ¿sabes? No superficial, que aún puedo sumergirme en otros, pero ¿qué hay de mí? ¿Y si me he convertido en la piscina de los niños? ¿En una hinchable de oferta del Lidl?
Es como si debajo no hubiera nada, que no se puede bajar, que enseguida das con el fondo.
Y yo que antes pensaba que lo mismo ni tenía de eso…

Dean Lewis – Half a man

‘Cause I’m a sinking ship that’s burning.

Second date

Quizá sea arriesgado, pero yo eso de ir a las citas a aparentar no lo veo: ¿por qué tengo que esforzarme en parecer normal si no es el caso? Si al final nadie lo es, y además, ¿hay algo más aburrido que una cita normal?
Seguro que la respuesta es sí, pero pocas cosas.

Podría ponerme mis mejores galas, dármelas de intelectual o de profundo, controlar mis comentarios fuera de tono e incluso afeitarme, pero ¿para qué? Decía mi madre que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, y a mí últimamente me duele un poco la pierna. Y la barba me crece demasiado rápido.

Quizá sea arriesgado, pero estoy casi seguro de que tengo el récord de primeras citas sin Continuará. Voy a lo loco, sin filtro, yo al cien por cien. Es más, creo que a veces fuerzo un poco y llego al ciento veinte; porque me encanta vivir al límite y esto es como lo de los espermatozoides, que muchos lo intentan y solo uno lo consigue.

Pensamos siempre en cómo hacer las cosas fáciles, pero a veces hay que saber poner barreras.

Aprendí mucho del óvulo que fui cuando era joven.

 

Vivian Girls – Second date

We’ll be together til the end.