Te dije que me abrazaras fuerte o no lo hicieras, que si la música se inspira en la vida no sé por qué no se iba a inspirar mi vida en una canción.
Y decidiste no abrazarme.
Es eso lo que pasa, ¿no? Dar opciones es precisamente eso.
– Mamá, ¿puedo ir?
– No.
Nos enfadábamos, sí, pero ¿de quién era la culpa?
A lo mejor vivimos toda nuestra adolescencia mal. A lo mejor habría bastado con cambiar esa pregunta por un Mamá, voy a ir. No lo sé; nunca lo sabré.
Ahora mamá dice siempre vale, le guste o no. Hacerse mayor es también eso.
Y decidiste no abrazarme.
Había dos opciones: una en la que ganábamos los dos y otra en la que solo ganaba yo.
Tú podías ganar o perder, y decidiste perder.
Todo esto me lo enseñó Kelly Clarkson.
Uno pesca hasta que tiene suficientes peces para comer y entonces para.
No pensamos en lo buenos que estarán los otros peces cuando ya tenemos la barriga llena.
Tú podías haber detenido esta pesca indiscriminada.
Y decidiste no abrazarme.
Fall Out Boy – HOLD ME TIGHT OR DON’T
And when your stitch comes loose I wanna sleep on every piece of fuzz and stuffing that comes out of you.