November

Corrías, muerto de ganas de llegar allí cuanto antes, pero no podías llegar solo, sabías que no, que las puertas no se iban a abrir para ti. Corrías mientras tirabas de mi mano. ¡Venga! ¡Vamos! ¡Corre!
Pero no quería correr.

Me negaba a tener prisa, a querer tenerlo todo ya. Ya había estado allí, muchas veces, y sabía que no, que una vez llegáramos no habría más, que era el viaje.
Siempre es el puto viaje: nos lo dice todo el mundo, en todas partes, y corremos.

Corrías tirándome del brazo y yo me dejaba arrastrar fingiendo hacer fuerza para quedarme. Me dejaba llevar, poseído quizá por tu entusiasmo que parecía brillar más que ese letrero que gritaba que aquello era un error. Otro error. El mismo error otra vez.

Ya no corrías: corríamos; olvidando lo bien que había empezado el viaje; el viaje en sí.
Ya no quedaba viaje, solo prisa.

Corrimos, tanto y tan rápido que casi se nos escapa noviembre, aunque llegamos a tiempo: a tiempo de perderlo todo. Noviembre siempre ha sido mes de perder, y de perder haciendo ruido.

 

Azure Ray – November

So were speeding towards that time of year, to the day that marks that you’re not here.

Hammers and string (A lullaby)

Que es demasiado real, que estoy muy lleno de todo y estoy bien, aunque no lo estoy. Finjo estarlo, pero eso debería bastar, ¿no? Todos fingimos; todos. Nada es real.

Nada.

Estoy muy lleno de todo, tan lleno y de tanto que siento como si no me fuera a caber mucho más, que estoy bien pero ahora mismo no sería capaz de aguantar un abrazo que durara más de tres segundos.

Estoy seguro de que si me aprietas lloro.

A lo mejor es eso lo que me hace falta: llorar, o el abrazo… o las dos cosas.
No lo sé, no me hagáis mucho caso: seguro que es la primavera; y total, es solo una fase.

 

Jack’s Mannequin – Hammers and string (A lullaby)

‘Cause lately I’m not dreaming, so what’s the point in sleeping? It’s just that at night I’ve got nowhere to hide.

Second date

Quizá sea arriesgado, pero yo eso de ir a las citas a aparentar no lo veo: ¿por qué tengo que esforzarme en parecer normal si no es el caso? Si al final nadie lo es, y además, ¿hay algo más aburrido que una cita normal?
Seguro que la respuesta es sí, pero pocas cosas.

Podría ponerme mis mejores galas, dármelas de intelectual o de profundo, controlar mis comentarios fuera de tono e incluso afeitarme, pero ¿para qué? Decía mi madre que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, y a mí últimamente me duele un poco la pierna. Y la barba me crece demasiado rápido.

Quizá sea arriesgado, pero estoy casi seguro de que tengo el récord de primeras citas sin Continuará. Voy a lo loco, sin filtro, yo al cien por cien. Es más, creo que a veces fuerzo un poco y llego al ciento veinte; porque me encanta vivir al límite y esto es como lo de los espermatozoides, que muchos lo intentan y solo uno lo consigue.

Pensamos siempre en cómo hacer las cosas fáciles, pero a veces hay que saber poner barreras.

Aprendí mucho del óvulo que fui cuando era joven.

 

Vivian Girls – Second date

We’ll be together til the end.