Parts of you

Hablo poco para darle más valor a lo que digo, aunque sea por contraste. A uno que habla siempre nadie le escucha, cosa que sé por experiencia al haberme pasado media vida hablando. Hablo menos ahora, poco, casi nada; pero cuando lo hago me aseguro de que tenga sentido: no me gusta malgastar palabras.

Quizá lo he aprendido de mi padre, inconscientemente, tanto que he tardado treinta y dos años en darme cuenta. Ha sido hoy.
Esta tarde he recibido un correo suyo, lo cual ocurre poco. No escribe poco porque no tenga cosas que contar, al contrario; es solo que no siempre siente la necesidad de contarlas. ¿Para qué?, supongo que debe pensar, pero no lo sé, no lo dice.
He recibido un correo suyo y ya estaba contento antes de saber qué había dentro.
Pasa poco, y a lo mejor es eso, que la magia está en lo inesperado.
El correo no tenía ni una palabra.

 

Ron Pope – Parts of you

And I remember staring up at you when I was nine years old and you looked ten feet tall.
And I was hoping maybe I’d grow up to be the kind of man that you’d be proud to know.

Our house

Todo el mundo sabe que cuando estás buscando piso no puedes quedarte con el primero que ves, que eso no es buscar de verdad sino conformarte y uno no llega lejos siendo un conformista.
Cuando estás buscando piso tienes que ver uno tras y otro, y solo cuando ya has visto los suficientes (¿diez?, ¿veinte?, ¿más?) puedes empezar a tomar decisiones.
Hacerlo antes sería una locura.
Todo el mundo lo sabe.

Todo el mundo sabe también que si un piso merece realmente la pena va a durar poco en el mercado, que no va a estar esperándote a ti porque un piso no espera. Un piso es, a lo sumo, parte de una manzana; nunca pera.

¿Qué sentido tiene ver los primeros pisos entonces? Aún no has visto los suficientes como para poder elegir uno de ellos y cuando ya lo hayas hecho será tarde, y no puedes saltártelos porque entonces los siguientes serían los primeros.
En ningún otro contexto fue tan cierto aquello de que los últimos ya sabéis.

¿Deberías asegurarte de que los primeros pisos que ves no merecen la pena o es hacer trampa?
¿No sería más fácil dejar de escuchar a todo el mundo?


Esta entrada no habla de pisos.

 

Madness – Our house

Something tells you that you’ve got to get away from it.

Everybody talks

No creo que hable mal la lengua, pero claro, no es la mía, y eso se nota. Se nota, por ejemplo, en todas esas conversaciones que no entiendo, que la gente habla todo el día y yo no puedo escuchar todo el tiempo. ¿Se pueden tener encendidos los cinco sentidos a la vez? Siempre he pensado que no. ¿No dicen que los hombres no podemos hacer dos cosas a la vez? Imagínate cinco.

Vivo mi día a día entre palabras que no siempre entiendo, porque en tu idioma es fácil captar los mensajes aunque no te concentres, pero en otro cuesta, que si es de rebote no me entero, que si no pongo la oreja tururú.
Aquí hay mucho de eso.
Demasiado tururú.

Me estoy perdiendo el cincuenta por ciento de mis días: toda esa gente que habla sin parar, los que no se despegan del teléfono, los compañeros que adoran divagar. ¡Me lo estoy perdiendo todo! Y no puedo evitar recordar cómo era antes, en mi país, cuando no necesitaba esforzarme para captar toda esa información que ahora se me escapa.

¿Me explica alguien cómo he podido aguantar tantos años escuchando toda esa mierda?

 

Neon Trees – Everybody talks

All this trash talk make me itching.