Can’t smile without you

No sonrío en las fotos porque hoy en día las fotos las puede ver cualquiera y una sonrisa no debería ser para cualquiera; no una mía al menos.
Una sonrisa es algo personal, poderoso, íntimo. ¡Una sonrisa es magia, joder! Y la magia se acaba: lo dice todo el mundo.
Está también el tema de la oferta y la demanda, que me acuerdo yo de cuando estudié eso. Podría estar sonriendo todo el día, pero si lleno todo esto de sonrisas pasan a no valer nada. ¿Quién quiere algo que no vale nada?

Parece ahora que no sonrío en las fotos por economía o por egoísmo, y no sé cuál de las dos es peor, pero ninguna es cierta. No es oro todo lo que reluce: solo lo parece, y aun así es plátano.

No sonrío en las fotos por ti. Ya está. Ya lo he dicho.
Me da igual la demanda: soy yo quien controla la oferta y no pienso emitir más moneda.
No tengo ni idea de economía, pero si de mí depende que se vuelva el mundo pobre.
Menos tú.

 

The Carpenters – Can’t smile without you

I just can’t smile without you.

Heart songs

A lo mejor el casete es pasarse, pero yo volvería un poco hacia atrás, tampoco demasiado, lo justo para que estuviera de moda otra vez grabar cedés. ¿Cómo se declara la gente ahora? Estoy seguro de que puedes compartir una lista de reproducción, pero ¿qué hay de la magia?

Nada dice te quiero como haber pasado horas (o días) seleccionando tus mejores 80 minutos, porque antes la música era nuestra; ordenando las canciones para que la secuencia tuviera sentido. ¿Dónde está eso ahora?
Mi mejor canción siempre era la tres.

Decorar el cedé era otro mundo, pero con un rotulador negro hacíamos maravillas, y si había suerte tenías rojo, azul, verde. Horas detrás otra vez, y ¿acaso no es el tiempo el mejor de los regalos?

En verdad nunca se trató solo de la música: era el tiempo.
Nunca fueron solo canciones, sino todas esas horas que dediqué a pensar en ti.

A veces aún te grabo cedés.

 

Weezer – Heart songs

Mr Springsteen said he had a hungry heart.

First light

Aunque esto se llame Empezando por el final soy muy de primeras frases. No lo son todo, pero ayudan a marcar el camino, el tono, el ritmo.
Una primera frase es una declaración de intenciones, un manual de ruta, un aviso a navegantes. Puede enamorar o cansarte, ganar tu atención, perderte, atraparte por completo… ¿no es todo lo mismo?
Cara o cruz. Bien o mal. Sí o no.

Al final no hay principio que no esté polarizado, pero eres tú quien decide hacia dónde orientas tu luz.

Dime, ¿cuál es la primera frase de tu historia?

 

Dustin Tebbutt – First light

I’m looking up to where we carved our names in stone.