Karma

Es difícil creer en el karma cuando ves que le pasan cosas malas a gente buena, o viceversa, o peor aún: que te pasan a ti. ¿Para qué?, te preguntas.
Buena pregunta.

Lo mismo te estás esforzando por hacer las cosas bien, que tampoco debería ser un esfuerzo, digo yo, pero a veces es muy difícil no mandar a la gente a la mierda. Pones de tu parte, te contienes, o incluso vas un paso más allá y hablas las cosas de manera civilizada. Todo bien. ¿Qué coño bien? Todo perfecto.
Y te mandan a la mierda.

¿Para qué?, te preguntas. Si hago las cosas mal me pasan cosas malas, y si las hago bien también. ¿Por qué me esfuerzo?

En primer lugar, supongo, que porque si solo haces las cosas para tu beneficio personal eres un poquito egoísta, y tú no eres así. O sea, si lo fueras ni siquiera te lo plantearías.

Pero en serio, ¿para qué?

A ver, el karma es una excusa para que la gente se porte bien; un poco como El Coco. Y El Coco no existe.
Te van a pasar cosas malas, igual que le van a pasar cosas buenas a los hijos de la vecina aunque bajen las escaleras cual estampida de ñus cada mañana a las ocho menos cinco. Porque las cosas, buenas y malas, pasan, y nos pasan a todos. Pero todas esas cosas que haces bien, te cueste más o menos, son cosas malas que no le están pasando a nadie.

Hazlo por eso, y porque ya está el mundo bastante lleno de gilipollas…

AJR – Karma

I’ve been so good, where the hell is the karma?

I can climb mountains

Las hemos escalado, rodeado, atravesado… sobrevolado incluso;
y si no movemos montañas yo creo que es solo porque nunca se nos ha pasado por la cabeza;
que no nos lo hemos planteado, ¿sabes?
Aunque podríamos… ¡podemos!

La fe mueve montañas, dicen, y si creo en algo es en ti,
en vosotros,
en la fuerza de nuestro equipo.

Lo noto, ¿sabes? Que tienen miedo,
que están agitadas, que se revuelven.
Saben que existimos, que vamos, que no hay quien nos pare.

Ya oigo cómo tiemblan las montañas.

 

Hell is for Heroes – I can climb mountains

And I’m easy now, it’s easy now

If it makes you happy

– ¿Crees que te lo mereces?
– Creo que no.
– Entonces, ¿cuál es el problema?
– Que hay otros que lo tienen, o pueden tenerlo, y tampoco se lo merecen.
– Y tú lo quieres, ¿no es cierto?
– Sí.
– Pero no crees que te lo merezcas…
– Bueno… no…
– Entonces, ¿cuál es el problema?
– Que hay otros que…
– Olvídate por un momento de los otros. ¿Te gustaría tenerlo sabiendo que no te lo mereces?
– No lo sé… quizá no…
– ¿Lo quieres por encima de cualquier cosa o quieres conseguirlo sabiendo que te lo has ganado?
– No lo sé…
– Creo que sí lo sabes. ¿Es solo el premio? ¿Es la meta lo único que importa? Todos los caminos conducen a Roma, sí, pero ¿irías por cualquier camino?

– No.
– ¿Te sentirías bien contigo mismo cogiendo atajos, dejando que te pusieran medallas de carreras en las que no has participado?
– No.
– ¡Corre, joder! Cálzate las zapatillas; sal ahí fuera. Demuestra lo que vales. Cáete, vuelve a levantarte, hazte fuerte. Gánate esa medalla sin que te importe la medalla. APRENDE. Y a la mierda el resto, coño. Sé tú, como siempre has sido. ¡Si luchas que sea por ti!
– Gracias.
– No hombre, gracias a ti.
– Pero…
– Ya sabes que estás hablando solo, ¿no?

 

Sheryl Crow – If it makes you happy

If it makes you happy, then why the hell are you so sad?