Te miro desde debajo de mi mano como quien mira en dirección al sol, no porque brilles, que quizá, sino por respeto.
Te miro como aquel que se sienta ante una película de terror sin sentirse preparado: me tapo la cara con las manos pero alineo mis pupilas con los huecos que quedan entre mis dedos.
Te miro, y no estoy seguro, pero te miro.
Septiembre, que es como enero pero sin los fuegos artificiales; lleno de propósitos, de cambios, de cosas que quedan atrás.
Septiembre, que es como enero pero más cruel; que lo que deja atrás es el verano, y qué verano.
El verano de nuestra vida.
A veces no nos damos cuenta, pero todos los veranos son el verano de nuestra vida.
Luego ya nos vamos y siguen siendo veranos, pero de las vidas de otros.
No sé qué viene (¿acaso alguien lo sabe?), pero miro, tapándome un poco por si brilla. Y por respeto.
J. Balvin ft. Rosalía