Londres es esa ciudad fría donde la gente entra en un ascensor y no dice nada.
Parece que se ha quedado buen día.
Decían que hoy iba a llover y mira qué sol.
Uf, lunes.
En Londres no.
Nada.
Fuimos nómadas un rato, pero enseguida nos dimos cuenta de que aquello cansaba y además alguien había inventado el sofá. Sedentarios desde entonces.
Alguien inventó también las escaleras, pero nosotros, siempre en continua evolución (entendida como el esfuerzo por hacer cada vez menos), inventamos el ascensor.
Nadie sube andando ahora. Y en Londres en los ascensores no se habla.
He preguntado a gente de aquí que por qué, que qué frío, que qué feo.
Ellos dicen que lo incómodo es hablar, que qué frío, que qué horror.
¿Ni hola?
Ni agua.
Pues vaya.
Ahora subo siempre por las escaleras.
Mucho más cálido.
Three Days Grace – World so cold
I’m too young to lose my soul
Z 
Por lo menos cuando llegas arriba se te ha quitado el frío😘
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¡Eso seguro!
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Y saludable… Escuché una noticia de que la gente que sube por escaleras es más saludable. Tengo escaleras en mi casa. ¡Qué bien! Aquí de visita, gemelo, que hace mucho no te visitaba. Besos.
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Aquí siempre eres bienvenida y se te espera con los brazos abiertos 😉 Últimamente no escribo tanto, así que es más difícil saber cuándo hay algo y cuando no. Tengo que recuperar la constancia. ¡Un abrazo!
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Lo bueno es que cuando entro siempre hay algo lindo. Un beso, gemelo del alma.
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Londres me dejó en mí una impresión más de frialdad que de frío. Sí, era julio y usé vaqueros largos y sudadera, pero lo que me impresionó fue la rigidez de todo y todos. Las cosas, y la gente, se encaminaban de una manera sola. Las palabras eran cortas. Las miradas rápidas, pero cortantes. El metro era apretado e invasivo. Fue agresivo, hasta cierto punto. La forma en la que los autobuses aceleraban nada más montarte en ellos. Los «lo siento» que sonaban a «quítate».
Cuando regresé a Madrid, volví a respirar otra vez. Lo confieso.
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Era una exageración literaria: yo estoy encantado 😉
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Jajajaja, lo mío era una impresión verdadera. Dicho eso: tengo esta extraña gana de volver… No quiero admitirlo muy fuertemente, no vaya a ser que en el fondo me gustó toda esa experiencia desencajada, 🤐
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