Si fuera supersticioso tendría claro que no debo escribir esto, pero no he llegado aquí creyendo en tonterías. ¿Dónde es aquí?, te preguntarás. Aquí es ahora.
No me gusta todo eso de los propósitos de año nuevo, pero cuando uno juega a un juego tiene que aceptar todas sus reglas, y en el rollo este de vivir en sociedad es lo que se lleva. Entro al trapo, pero a mi manera, y me pongo solo uno. Creo que lo hago cada año, por aquello de participar y sentirme uno más, pero si me preguntas cuál fue el del año pasado no sabría contestarte. Lo olvido también, como el resto.
Este año mi propósito es devolver.
Hablo siempre de que la vida son ciclos, arriba y abajo como una montaña rusa, pero es que hago balance del año pasado y joder, subo y subo y nada, que no cambia la pendiente. No puedo estar más agradecido, pero es que al final estar agradecido no deja de ser algo que uno hace solo, y si hay gente empujando mi vagón ¿cómo voy a conformarme con eso?
No creo en devolver favores, en estar en deuda, en el intercambio. Uno es bueno o no lo es, y no le veo sentido a querer no serlo.
Este año mi propósito es devolver todos esos empujones, en general, al mundo.
Garbage – Push it
I want to see you happy. I want to see you shine.