De pequeño uno canta y no se preocupa del qué, pues lo importante no es el mensaje sino el hecho de cantar, que quien canta su mal espanta, que la música amansa a las fieras y en abril aguas mil.
De pequeño uno canta Mujer contra mujer como si le fuera la vida en ello, y le pone sentimiento, pero no la entiende. No se preocupa por entenderla. Repite palabras como repite lo que hay escrito en el libro de Conocimiento del Medio.
De pequeño uno canta por el placer, no para comunicar.
Luego uno crece y piensa, ¡coño!; pero no terminamos de aprender: seguimos juzgando libros por sus portadas, películas por sus trailers, personas por su aspecto y música por vete a saber qué, que ahí está el reggaeton.
Y a veces aún cantamos canciones enteras por una sola frase.
G. R. L. – Ugly heart
Your face is a work of art.