A veces me acerco a la meta y no es que yo caiga sino que alguien la mueve, o algo, da igual si es un qué o un quién: la meta ya no está ahí; y no es que me gusten los contratiempos, pero a veces, cuando pasa eso, sonrío.
Cuando te estás acercando a la meta y caes te levantas, das un poco más de ti y lo tienes. Eso es lo fácil. Lo difícil es lo otro, cuando de pronto ya no ves la línea de llegada, cuando te das cuenta de que quizá llevas kilómetros corriendo hacia donde no es, porque en algún momento sí era, pero ya no. Las cosas cambian.
A veces, cuando pasa eso, sonrío.
¿De qué te ríes?, me han preguntado más de una vez.
Estoy seguro de que quien lo pregunta no sabe apreciar un reto, probablemente porque nunca ha sentido eso que te invade una vez lo superas. No es que me gusten los contratiempos, pero adoro esa sensación. Quizá en cierto modo hasta viva por ella.
Por eso sonrío.
Athlete – The unknown
I see you smiling at the unknown.
Me encanta tu forma de ver las cosas, tomo nota!!!
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Me alegro mucho 🙂 ¡Muchas gracias!
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Cuando cruzas una meta, aparece otra nueva um poquito más allá, y así hasta el infinito 🙂 y con cada una, esa sensación de: sí, lo he vuelto a conseguir 😉
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¡Claro que sí! ¡Esa es la actitud! 😘
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Me encanta. Si llegas a la meta, entonces buscas otra. Si no, te aburres.
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