La suerte está echada

Lo que más me costó aprender fue a decir basta.
Nunca veía claro cuándo había llegado el momento de parar, ese punto en el que ya estaba preparado para el examen o no, pero alea iacta est.
A partir de cierto instante estudiar es contraproducente y resta.

Basta.

 

Tan Biónica – La suerte está echada

Construyo sobre arenas movedizas.

7 comentarios sobre “La suerte está echada

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s