La obsolescencia programada me está matando. Literalmente.
Hubo un tiempo en el que yo era joven, un tiempo en el que otros que eran mayores que yo me decían aquello de que algún día todo el cuerpo empezaría a fallarme, que estaría perfecto y de pronto dejaría de estarlo, no de golpe sino poco a poco.
Poco a poco aunque sin freno.
Me contaban que un día me notaría la vista cansada, que me dolería una rodilla, luego una muñeca, más tarde la espalda… y así una a una irían sumándose dolencias a mi lista, nunca reemplazándose sino añadiéndose, porque hacerse mayor era eso: ir decayendo lentamente.
Yo miraba a todos esos, que no eran pocos, y les decía que sí mientras por dentro pensaba que yo no tenía la culpa de que a ellos les hubiera ido mal, convencido de que no tenía por qué seguir su camino. A mí no me pasará eso, pensaba, y me alejaba sonriendo victorioso.
Hubo quien me dijo que todo empezaba a ir cuesta abajo a los veinticinco, pero yo en los veintipico largos me hallaba pletórico. Sin haber sido nunca un portento en eso del deporte ostentaba a mis veintisiete la mejor forma física que había tenido jamás, y aún fue a mejor a los veintiocho, y a los veintinueve.
¡Chupaos esa, viejos agoreros!
Sin embargo, había también quien defendía que el cambio de pendiente llegaba en verdad a los treinta…
Un frío día de enero entré en la década del tres, mi número; ¿cómo iba a ir algo mal?
Yo había nacido para desafiar presagios y profecías, para decirle al mundo que el camino establecido es para las ovejas, y yo no balo. Mis treinta fueron aún mejores físicamente que todos mis veintes juntos.
¡Ja!, le dije otra vez al destino. Con que cuesta abajo, ¿no?
Treinta y uno. No fue el treinta sino el treinta y uno.
Me duele la muñeca izquierda. Me duele el tobillo derecho. Me duelen las dos rodillas.
Treinta y uno, y ya no me río.
Parece que todos aquellos que me advertían andaban en lo cierto. Andaban, porque ya habían pasado esa frontera tras la cual uno no puede correr, porque correr ahora duele y se ve que si uno decide ignorarlo el resultado es peor.
Pero duele tanto no correr…
Young the Giant – My body
My body tells me no, but I won’t quit cause I want more.
Yo como aún estoy por entrar en los 20 no estoy en ese punto 😛 cofff cofff (estamos jodidos) cofff cofff ayns que me da la tos… 😁😁😁
😘
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Hay que mirarse esa tos, ¿eh?
¡Feliz martes!
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😁😁😁
¡¡¡Buenos días!!!
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No me gusta correr, entiendo a la gente que lo hace o por lo menos lo intento entender, siempre he pensado que para que correr si no te persigue nadie. Un día alguien me dijo, llegados los cuarenta y pico, tendrías que probar hacer deporte, y lo hice. Me planteé probarlo y si no me gustaba lo dejaba y en paz, pero fue tan gratificante que desde entonces no he dejado de hacerlo.
Han pasado unos cuantos años desde ese día y cada vez estoy mejor, no me duele nada ; bueno solo la cabeza de vez en cuando, estoy mejor que cuando tenia treinta y mas llena de vida que nunca.
No creo que sea cosa de la edad, es solo saber elegir que tipo de ejercicio es menos impactante para tu físico.
De cualquier manera admiro y respeto mucho a la gente que corre por placer aunque yo no creo que lo haga nunca.
TQM buenas noches corazón.
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Eso es porque tú eres un fenómeno 😉 Está claro que el deporte será lo último que abandone, pero es que después de estar todo el día encerrado en la oficina necesito taaaaanto salir y que me dé el aire…
¡Te quiero!
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Ay, Principito… Y lo que te falta… Yo no puedo bailar porque me lo prohibió el ortopeda. Dice que los huesos de las rodillas están muy pegados. Imagínate para alguien que bailaba de miércoles a domingo…. No puedo ni bailar zumba… Ni aeróbicos… Solo la bici… ¡Cómo duele no bailar! Ni modo. Consuélate mi amor, con que llegará el día en que agradecerás despertar con dolor porque eso quiere decir que estás vivo. Bueno, todavía no he llegado ahí, pero he escuchado a los más viejitos decir eso.
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Vaya… habrá que ir acostumbrándose entonces 😦
Espero que ese día que comentas te quede aún muy lejos.
¡Un abrazo!
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Yo también espero que no llegue muy pronto. Está como para joderse…Jajaja
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