La estadía incierta

Que no es así, me dice, que solo se ha dejado llevar por la fugacidad de su estadía; y no sé si es la primavera o que el listón anda cada vez más bajo, pero siento que con tres palabras más como fugacidad o estadía con todos los acentos puestos en su sitio podría acabar enamorándome de ella.

Escribimos mal, muy mal. Escribimos fatal.
Es algo que no termino de entender en un tiempo en el que quizá escribimos más que nunca, en un cuándo en el que dejamos de hablar en favor de la palabra escrita.
Los mensajes cortos eran cortos (quién lo hubiera dicho) y obligaban a abreviar, pero eso ya es historia. Hoy en día no se paga por carácter, por ninguno, ¡ni siquiera por las tildes! Es una locura, ¿verdad? Pero es una locura cierta: es todo gratis.

No lo hagáis por los ojos del resto si no queréis, ni siquiera por mantener en buen estado de salud vuestra lengua; hacedlo porque una a con acento cuesta lo mismo que una sin, y lleva más. Es el dos por uno de las letras, el 20% de más en cada bolsa de la ortografía.
¿Quién se compra las patatas de cien gramos si tiene por el mismo precio la bolsa de ciento veinte? ¡Nadie! Qué estúpido sería coger la bolsa pequeña, ¿verdad?
Coge la grande: sé inteligente con esto de escribir, aunque sea porque cada vez que te dejas un acento estás perdiendo dinero.
(O porque nunca sabes quién puede enamorarse de tu ortografía.)

 

Ventousa Wins – La estadía incierta

13 comentarios sobre “La estadía incierta

  1. Atuqui!!! Como diríamos en Puerto Rico. Yo me salto el primer signo de admiración porque esta computadora me cierra el mensaje. ¿Me lo perdonas? Bueno, como mi fin contigo no es que te enamores de mi, sé que me lo perdonas. Aunque no te voy a torturar con una mala ortografía que te vaya a dar dolor de cabeza cada vez que leas un mensaje de tu alma gemela. Jajaja… Ah, y los acentos catalanes esos sí que me los tienes que perdonar, que son al revés y los rabitos de las c’s también… Por fa… Petonets, mi Principe.

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  2. Me ha encantado esta entrada, siempre he utilizado mil argumentos para defender la ortografía, pero ese no se me había ocurrido. Algunos chavales con los que trabajo escriben mal sólo por verme enfadada (la mayoría lo hacen porque son gañanes pero esos no me caen bien), mis compañeros me llaman maniática… quizá tengan razón, ni siquiera en los mensajes de texto no era capaz de abreviar!

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    1. Por lo que leo estamos alineados en el tema, de ahí que tenga que buscar constantemente argumentos nuevos para ver si así consigo «engañar» a alguien más. A mucha gente le parece una tontería, pero no sé, pudiendo escribir bien, ¿qué sentido tiene hacerlo mal?
      No somos maniáticos, ¡claro que no! (O sí, un poquito sí, pero nada de lo que preocuparse)

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