Lo siento

Hay quien lo llama corte de mangas y quien lo llama peineta. Ya sabéis, eso de enseñarle el dedo del medio a alguien. Yo no lo llamo, pero alguna que otra vez lo hago, y debo confesar que acabo de obsequiar con semejante gesto obsceno a una señora mayor. Tal cual.

Os pongo en antecedentes.

La sala más grande de mi gimnasio tiene dos puertas dobles situadas en los extremos. Hay unas señales preciosas (en realidad son normales) que indican que por un lado se entra y por el otro se sale. Hasta ahí bien. Nadie se sorprenderá si digo que por lo general la gente les hace tanto caso o más a esas señales que a las de tráfico. Esto es España, amigos.
Yo soy el primero que defiende el orden y el hacer las cosas bien, pero llega un momento en la vida en el que te rindes, y tampoco es tan importante, que son puertas.
Si no puedes con tu enemigo únete a él. Yo un día decidí que me unía. Desde entonces básicamente entro y salgo por donde me va mejor, pero como todo el mundo, ¿eh?

– ¿Y si todos se tiran de un puente?
– ¡Ya te lo expliqué una vez, mamá! ¡No me líes!

Hoy he ido a hacer una clase de Body Pump, he entrado por donde se entra y lo he dado todo. Literal. He dado tanto que al acabar tenía la sensación esa que tiene uno en los sueños de que no lleva ropa, y hasta lo he comprobado, pero llevaba.
Me costaba andar mientras recogía, porque estaba CANSADO. Lo pongo en mayúsculas porque estaba muy cansado. En plan mucho. He terminado de dejar mis trastos justo al lado de la puerta de entrar, que no es salir, pero qué tentador, ¿no? Y he salido. Llamadme loco.

¿Qué me esperaba fuera? Un montón de señoras mayores de esas que hacen Zumba.
No tengo nada en contra del Zumba y odio generalizar, pero la gente que hace Zumba… haría el chiste fácil de que está zumbada, pero lo mío es más el humor inteligente. La gente que hace Zumba no es trigo limpio. No son trigo limpio porque si lo fueran no serían gente. Ojalá fueran trigo, aunque estuviera sucio.
Una mujer de esas sola es inofensiva, pero un grupo es aterrador. Se crecen.
Ahí estaba yo, criatura indefensa, agotado y saliendo por la entrada.
– Es por allí, ¿eh?
– Disculpe, señora.
Pero no iba a permitir que la cosa terminara ahí, ¿verdad?
– Disculpe, disculpe… – os podéis imaginar el tonito – ¡Que es por allí!
La increíble sensación de venirse arriba.

¿He dicho ya que estaba cansado? No podía con mi alma, y dar la vuelta no era una opción.
Muy digno yo con mi camiseta pegada al torso por el sudor he seguido mi camino, atravesando esa multitud de adictas al Zumba que me miraba meneando la cabeza con el típico gesto de estamos condenados.
– Lo siento.
¡Pero es que no lo sentía! ¡No lo sentía ni un poquito!
Y se reían, vaya si se reían. No podía verlas porque ya las estaba dejando atrás, pero las escuchaba, las hienas de El rey león, más viejas, más feas, con más mala idea. Todo más. Y muchas más.
Podría (y quizá debería) haberlo dejado ahí, pero si en vez de cien hubieran tenido veinte años las habría mandado a la mierda sin problemas. ¿A partir de qué edad puedes comportarte como un imbécil y está mal que la gente más joven te lo diga? Quiero saberlo de verdad, porque yo creo que esa gente lo sabe, que el día que soplan las setenta velas o las que sean no piden deseos porque ya tienen todo lo que quieren: la inmunidad.
No lo siento señora, y le diría un par de cosas, pero estando tan cansado si hablo es muy probable que me trabe y parezca medio lelo, así que aquí tiene usted mi dedo.

Puta.

Christina Rosenvinge – Lo siento

Lo hago sin querer. Lo siento.

28 comentarios sobre “Lo siento

    1. ¡Exacto! Que están ahí con el carrito como si no fuera con ellas la cosa y a la que te despistas ya se te han puesto delante. Y diles tú qué se quiten, que encima te la lían.
      Qué injusta es la vida 😛
      ¡Un abrazo!

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      1. Es que ellas van con prisa!! Les dejas colarse y se paran en la puerta del super con una vecina y te da tiempo a pagar a ti y a los veinte que te siguen y ellas dando la lengua…..las conozco, están en todas partes!
        Por cierto, tu entrada se titula como una de las mias. Muackk

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        1. Es que te imagino haciendo la señal tan universal y me destornillo de la risa. Luego me las imagino a ellas viejitas y empoderadas. Porque los años se lo dan… Jajaja! Pobre Ztita. Las reinas del zumba acabaron contigo. Sorry!

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                1. Es una canción muy vieja, ni tu ni yo habíamos nacido cuando la compusieron. Yo la conozco porque la tocan en los bailes de salsa en la Isla.
                  Se llama «El diferente» de Richie Ray

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  1. 😂😂😂😂😂😂😂
    Malditas!!!
    Pero vamos a analizarlo: Puede que esa mujer estuviera el día que casi te tiras el carro de los discos??? Si te vio ese dia y hoy sales por donde no toca «hazlo más», ve en ti claramente un peligro público… «para el resto de las hienas no le encuentro explicación» 😜
    Cómo os volváis a meter con Z……..»puntos suspensivos pero en plan mafiosa total»………… putas!!!
    Por cierto yo suelo hacer zumba pero somos majisimas… 😁😁😁
    Descansa mucho, un abrazo muy grande!!!

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    1. Jajaja ¿Que casi lo tiro? ¡Lo tiré dos veces! Pero eso se vio solo desde dentro, y la zumbera a body pump no va 😛
      Le dije a mi madre ayer que seguro que decías algo del Zumba, por eso maticé que eran señoras mayores. Tú nunca formarías parte de su manada 🙂
      Si me vuelven a decir algo yo te aviso, te vienes y les ponemos los puntos sobre las íes.
      ¡Un abrazo enorme y a por el martes!

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      1. ¿¿¿Fueron dos veces??? jajajajajaja uixxxxx fallo de memoria 🙆🙆🙆
        Yo pensé, NOOO no puede ser que piense todas esas cosas feas de mi lado zumbero jajajaja 😛
        Entre los dos las ponemos tiesas como velas, hombre yá!!! 😁😁😁
        Empezar el martes con un abrazo tuyo mola mucho… Vamos a por el pero en plan conga y cantando soy una zumbeeeraaaaaaa zumberaaaa zumberaaaa, vamos a bailar!!! «lo se, lo se es lo peorrr» 😂

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          1. ¿¿¿Sabes de lo que me he dado cuenta???
            Que el muñequito este verde que me a tocado en los comentarios lleva la misma moñeta/coletilla que llevaba yo en la clase especial de Halloween jajajajaja
            No tiene nada que ver con la entrada pero es que lo tenía que decir… 😛

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  2. Me acabo de dar cuenta de que no conduzco hace mucho… Desde que no trabajo casi nunca lo hago. Sé que estoy viva porque me duele el cuerpo, mucho. Y no lo digo en nota triste, pero esta fibromialgia está como para sacarle el dedo del medio. ¡Cabrona! Pero cuando trabajaba y conducía sentía eso mismo que describes, el carro era la extensión de mi mente. Tengo un Volwagen Beetle amarillo, Ah! Se parece a mi… Y es el único lugar donde podía escuchar los discos de Alejandro Sanz tan fuerte que casi me quedaba sorda. La última vez que me subí en él, todavía tenía el último CD de Alejandro que escuchaba de camino al trabajo: «La música no se toca». Tengo nostalgia. Voy a conducir en estos días para sentir que estoy VIVA con alegría y no porque me duele hasta la madre. Un beso Zitita. Tu siempre me haces reflexionar en cosas grandiosas.

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    1. Pues sí, ¡un gesto bien feo a ese dolor!
      Yo en el coche, entre otros CDs, tengo uno con los «grandes éxitos» de Alejandro Sanz. Mis grandes éxitos, es decir, los que a mí más me gustan (la mayoría de «Más» o anteriores). Es genial cantar a Alejandro a gritos en el coche. ¡Otro punto de conexión!
      Me gusta que mis entradas te sirvan para reflexionar, sobre todo cuando con esas reflexiones vamos conociéndonos un poco más y descubro más cosas en común.
      ¡Un abrazo bien grande! 🙂

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      1. Jajaja… Pues yo como soy tan fan, tengo los regulares, los de grandes éxitos también y uno que sacó una vez que él le llamó de rarezas…ese me encanta porque tiene canciones como él originalmente las creó, incluyendo «Corazón partío» cantada tocando solo la guitarra. Y una que siempre que la escucho me hace llorar «Cai». Me encanta esa canción con Niña Pastori. Flamenca, que llega al tuétano. Volviendo a tus entradas, creo que me fui en un viaje, me hacen reflexionar mucho y esta en particular, me hace pensar en que tengo que sacar mi Beetle y dar una vuelta y cantar a gritos, porque eso me hace feliz, me hace sentir viva. Y ese es tu propósito con tus reflexiones. Un beso mi querido del otro lado del mar.

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          1. Preciosa… En el video de la canción que está en you tube aparecen unos sitios que se parecen mucho a San Juan. El mar, las garitas, me recuerdan mucho a mi San Juan. Por eso, y por el sentimiento con el que Alejandro y Niña cantan esa canción, me pongo a llorar.

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