We’ll keep running forever

Te fuiste, sin más. No es que fuera de repente, pero dolió igual. Dolió incluso más. Las pérdidas se hacen más duras cuando van acompañadas de una cuenta atrás.
Los relojes no se hicieron para girar hacia el otro lado, y aun así ahí estaban, restándome minutos contigo, alejándonos ya antes del adiós. Era como si el cuerpo se preparara, como si ante la idea de tu despedida hubiera tratado de hacerse fuerte. ¿Cómo? De la única manera que sabía: enfriando el corazón; uno que, por otro lado, lo había llevado todo con bastante discreción.

Salvo que uno de verdad se plantee escucharlo, los corazones no son de hacer ruido, porque sentir se siente por dentro. Luego ya cada uno actúa según considere en base a lo que le dicte el amigo silencioso, y yo decidí que aquello era cosa suya: si él no quería decir nada, ¿por qué debía hacerlo yo? Me limitaba a verte, a hablar contigo, a contar hacia atrás tras cada encuentro las horas que faltaban para volverte a ver.
Nunca te hablé del que no habla ni de lo que me contaba por las noches cuando nos metíamos en la cama, pero la química estaba ahí, tampoco vamos a negarlo; y estoy convencido de que cuando nos rozábamos nuestros corazones se latían cosas en morse.

El caso es que te fuiste, sin más, y dolió pero antes, no en el momento de verte por última vez como habría sido lógico sino en el de congelarse el músculo y quedarse (más) mudo.
El último día fue uno más, y ni siquiera dos besos: nos dimos la mano. ¡La mano! Frío, frío. Sin embargo, fue un apretón de esos que duran, de los que si fueran una conversación telefónica lo serían en la fase del cuelga tú, de esos en los que yo me concentro hasta sentir el pulso de la otra persona, tu pulso en este caso, tu corazón intentando gritarle cosas al mío.
Pero las paredes de un congelador son demasiado gruesas.
Y adiós.

Fue aquello hace tantos años que he olvidado cuántos.

Hoy estabas ahí, detrás de una mesa llena de papeles. Te he visto al pasar y he pensado que me sonabas, pero no era capaz de recordar de qué. Un escalofrío me ha recorrido el cuerpo, he mirado dentro y he visto que alguien se había dejado la puerta de la nevera abierta. Estaba vacía.
Cuando he querido darme cuenta estaba de pie frente a ti.
Y sonreías.

Joshua Radin – We’ll keep running forever

Knowing there’s never an end.

9 comentarios sobre “We’ll keep running forever

  1. Que bonito y triste a la vez… hay que ver, Z nos haces suspirar!! Jajaja genial como describes ese largo y doloroso proceso de ver como algo que significaba mucho deja de tener sentido poco a poco…

    Genial entrada, como siempre 🙂 Congrats!!
    Un abrazo!!

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  2. Pero como puedes escribir frases TAN bonitas, es que..
    «Estoy convencido de que cuando nos rozábamos nuestros corazones se latían cosas en morse»
    —————————
    La verdad??? Diría tantas cosas que lo mismo me aturullo o igual es un comentario interminable.. jajajaja
    Un abrazo!!!

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    1. Ejem.. esto..
      Que digo yo, ya sabes que te hago comentarios kilométricos y si me aturullo, pues bueno.. Tampoco pasa nada jiji..
      Pues eso, voy..
      La entrada me a gustado “aunque tenga algún toque un poco tal”..
      Maldito tiempo, esto.. yo soy de echar montoncitos de arena a los relojes, pero solo en momentos contados y cuando tengo súper claro que no quiero que pase el tiempo, no sé si en este caso hubiera funcionado.. Vale, ya lo se, no suele funcionar pero me parece una expresión taaaaaaan bonita y con tanto significado “ñoña que es una”.
      Eso de enfriar el corazón, me parece tan chungo, tan feo y tan de todo..
      El corazón no habla, si y no. Vale que no se escucha así a la ligera y menos mal!!! Aunque el mío me susurra cosas, aunque pensándolo bien si hablara seguro que todo sería muchísimo más fácil para bien y para mal. Aunque en lo de que se siente estoy al 100% contigo.
      Así de primeras te diría.. La mano? La mano?? La mano???.. Pero hay de manos, roces, miradas y sonrisas que dicen mucho más que mil palabras. Me parece tan bonito como has explicado ese momento, no cambiara ni una coma, eso de querer cambiar algo que no es el caso. Aunque lo del congelador es un jarro de agua fría nunca mejor dicho.
      “Y sonreías” me encanta que la entrada termine así.
      Y la canción, me encanta..
      Ahora si jijiji..
      Descansa mucho!!!
      Te dejo un súper abrazo y una súper sonrisa..

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      1. Me encantan tus comentarios kilométricos, pero me pasa una cosa, y es que llego al final y quiero responder pero ha habido tanta cosa que no sé por dónde empezar, que no quiero responder sobre algo concreto porque a lo mejor me olvido de otro algo que también es importante y parece que lo he pasado por alto cuando no es el caso. ¿Qué hago entonces? Aparte de leer el comentario varias veces, lo que hago es quedarme con la esencia, con el sentido global y sobre todo con la sensación que me transmite. La sensación siempre es buena, siempre hay una sonrisa.
        Respecto a la entrada, los corazones se enfrían, y es normal, que igual que nos pasa a nosotros no pueden estar siempre al 100%; aunque con la misma facilidad que entran en el congelador salen, y salen solos, y notas el escalofrío cuando se dejan la puerta abierta.
        Y buenos días 😉

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        1. Te he leído esta mañana pero te quería contestar tranquila y hasta ahora no he parado jo..
          Me gusta mucho que contestes pero la respuesta de hoy me a encantado!!! Que a veces escribo y no se si te llega, mola eso de que no pases nada por alto y que lo releas jiji y que la esencia sea buena es genial pero más genial es que te saque una sonrisa, me chifla!!! 😊
          Y lo del corazón en la entrada lo había entendido en plan enfriarlo conscientemente y por eso me parecía feo que si algo tiene es que va a su bola y uno no mande en eso, pero cuando he leído el comentario ya lo he visto de otra manera y si estoy al 100% contigo en la forma de verlo.
          Me hace gracia por que te escribo pero es como si te tuviera delante y te estuviera hablando.. 😛

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          1. También me pasa eso, que veo el comentario y pienso que ya contestaré luego cuando tenga más tiempo, pero es que si lo dejo al final termino no contestando, y entonces lo hago y hay cosas que se pierden por las prisas. Cómo es la vida, ¿eh? 😛
            Y yo también te escribo como si estuvieras aquí al lado 😉

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