A otros los habrás enamorado con la profundidad de tu mirada o el vaivén de tu melena oscura, pero a mí has llegado con un revés, un golpe seco del ser más hermoso que jamás haya empuñado una pala de playa. Que sea superficial no es culpa mía: los bañadores son la pandilla de matones de la escuela de verano; el romanticismo es el empollón con gafas.
Anoche fuiste tú quien me miró desde el otro extremo de la barra, quien me guiñó un ojo, quien alzó su copa invitándome a acercarme. Hay invitaciones a las que uno nunca debe decir que no.
Anoche, algo más tarde, eras tú quien sonreía desde el taburete de al lado.
La física a veces falla: el calor no siempre dilata. A medida que subía la temperatura del aire la distancia no hacía más que contraerse.
Mañana quizá te encuentre saltando en un parque, comprando el pan o flotando sobre una colchoneta. El sitio será lo de menos, igual que lo será si tu pelo es corto o largo, si eres de aquí o de allí e incluso cómo te llamas (sobre todo cómo te llamas). Mañana serás tú, será especial y todo lo intenso que la fugacidad permita, pero será fugaz.
Al día siguiente habrá un nuevo tú.
Hozier – Someone new
I fall in love just a little, oh, a little bit every day with someone new.
Me encanta que escribas desde tus profundidades y muchas gracias por haber dejado de hacerlo incluso cuando es mas fàcil dejar de escribir que no hacerlo.
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Muchas gracias a ti por estar siempre ahí. Así es mucho más fácil, aun cuando la cosa se pone cuesta arriba. ¡Un abrazo!
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Muy lindoo
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¡Gracias! 🙂
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