Dios, al crear el mundo, debió marcar sin querer el evento como público, y es como si los siete pecados capitales hubieran reenviado la invitación a todos sus contactos, que como podéis imaginar no son gente de fiar. Quizá podría haberlo arreglado antes de que fuera demasiado tarde, que no era más que hacer un clic, pero era el séptimo día y crear mundos cansa una barbaridad. El caso es que el drama le pilló descansando, pensó que ya si eso mañana y se dio la vuelta como si con él no fuera la cosa.
Craso error.
Monstruos. Por todas partes.
Aquel evento fallido nos dejó con un mundo lleno de monstruos: el de la envidia, el de la soledad, el del ego, el de la vanidad, el del miedo… Todos los que os podáis imaginar, e incluso alguno más. Y al final resulta que son los que le dan la sal a la vida.
¿Por qué corremos? Para derrotar al monstruo del tiempo. ¿Por qué comemos? Para hacer lo propio con el del hambre. ¿Por qué trabajamos? Eso se me escapa.
Los monstruos nos dan un sentido, una misión, un motivo para vivir. Uno no lucha si no tiene algo contra lo que hacerlo, y desde pequeñitos nos han enseñado que en esta vida uno tiene que luchar. ¡Menos mal que están ellos!
Además evolucionan, para que una vez hallemos su punto débil no lo tengamos todo hecho. Lo que nos funciona hoy quizá sea inútil mañana: es la grandeza de los monstruos.
Amigos, hay que invertir en I+D. Eso y comprar armas.
En nuestro día a día la investigación y el armamento vendrían a ser leer, hacer ejercicio, relacionarnos… Lo sé, sería mucho más divertido comprar una escopeta y liarnos a tiros, pero eso estaría mal, nos convertiría en monstruos y aquí no habría quien se aclarara.
Antes de volver a las trincheras, me gustaría plantearos un par de preguntas:
- ¿Qué monstruos os acechan?
- ¿Cuáles son vuestras armas?
Si tenéis claras las respuestas me encantará leerlas en los comentarios.
Si no es así, ¿a qué esperáis? ¡Estamos en guerra!
The Pretty Reckless – Why’d you bring a shotgun to the party
And boom.
Ufffffff monstruos mogollón y armas me temo que muchas menos… Mejor me pienso como explicarlos pufff y no será precisamente por que yo hable poco..
De momento con tu permiso…. comparto tu entrada por que me a encantado «me has hecho pensar» aunque no estoy segura de que eso sea demasiado bueno..
😘
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¡Todo un honor! ¡Muchas gracias! Te dejo un tiempo de reflexión 😉
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Puff!!! Casi que prefiero no despertar a las fieras, que es de noche y sin luz los monstruos aún parecen mayores, mejor dejarlos estar para más ver. Armas? cabezonería y corazón
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¡Buenas armas! Y buena idea lo de dejar a los monstruos dormir, pero ¡mañana a por ellos!
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Me encanta ese toque de humor que le pones siempre a las cosas, además de ser una de las mejores armas contra los mostruos!!!
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¡Es mi arma principal! Muchas gracias por tus palabras 🙂
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Fenomenal la manera de explicarlo, de ejemplificar las batallas de cada ser humano, me ha gustado mucho, las armas? Las señalas perfecto, todo aquello que podamos hacer por nosotros mismos para avanzar y no estancarnos, no hundirnos sino darle batalla a estos monstruos que sin duda todos los tenemos! Un gran saludo!!!
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Muchas gracias por leer y comentar 😉 ¡Un saludo!
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Los mostruos quiza estan en cada esquina a la espera de atacarnos, armas la verdad que hay pocas, mejor compro las armas y ya si eso les doy un golpe a los mostruos.
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¡Claro que sí! Tenemos que estar preparados.
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