Te pones los auriculares. Sales a la calle. Aún es de día, pero el sol se ha escondido ya.
Decenas de objetivos te enfocan. Eres el centro de un videoclip.
Obviamente es mentira, pero que todo el mundo se mueva a cámara lenta te hace seguir sospechando, aunque solo sea un poco. Sí, van a cámara lenta, porque es uno de esos videoclips de ver crecer la hierba.
El viento sopla con fuerza, tan despacio que resulta insoportable. Tu pelo quiere volar, ondear libremente, pero es condenadamente corto y no puede. Se siente impotente. Al público de la MTV le encantan los pelos con problemas de autoestima.
Tú, mientras tanto, vas poniendo cara de circunstancia, que no se lleve tu pelo todo el protagonismo. Miras al cielo sin terminar de inclinar la cabeza. Respiras hinchando el pecho, intentando llenar un poco la camiseta, a ver si al menos con eso vendes algún disco de esos que no existen.
Miras hacia un lado. Tu pelo se deprime aún más, recordando sus días de gloria, aquellos en los que no tenía nada que envidiarle a un anuncio de Pantene. Miras hacia abajo.
Tres minutos y pico mirando aquí y allá. Esto es arte fijo. Van a llover los premios. ¡Eso es! ¡Lluvia! Gotas perfectamente redondas cayendo tan despacio que aburren al aburrimiento… pero el espectáculo visual es asombroso.
Solo de guitarra.
Fundido a negro.
Ya lo tenemos.
Mobile – Dusting down the stars
You can’t return from where we came.
Te he nominado al Best Blog!
Pásate a ver la nominación y te invito a contestar las preguntas de las que se nutre este premio y la relación entre los bloguers
Un abrazo grande!
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¡Muchas gracias! Todo un honor 🙂
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Jajaja una sensación genial la libertad que se siente al aislarse en la música de tus auriculares y sentir que estás en un videoclip 🙂
Buena entrada!!
Un saludo!
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Muchas gracias por comentar 🙂 ¡Un saludo!
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