Esta noche me cuesta dormir. Estoy tirado en la cama con los párpados cerrados, relajado, sin pensar en nada… pero no hay manera. Abro los ojos y percibo cómo van acostumbrándose a la oscuridad. Qué más da, pienso, si no hay nada que ver. Vuelvo a cerrarlos.
A lo mejor es que tengo demasiado calor.
Saco los brazos y los hago descansar por encima del edredón. Mucho mejor. Va, duérmete.
Nada.
Tip tip tip tip.
Oigo pasos en el techo: otra vez los vecinos. Son solo dos, una pareja joven, pero es como si cada noche les entraran unas ganas locas de pasear por la habitación y montaran una procesión en el piso de arriba. Quizá ellos tampoco puedan dormir y en lugar de quedarse en la cama reflexionando sobre ello caminan a ver si así les entra el sueño. Normalmente no me molesta, pero hoy que no puedo dormir es como si necesitara buscar culpables.
Tip tip tip tip.
Me concentro en ese caminar apretando un poco los párpados, cosa que claramente agudiza mi oído, hasta el punto de darme cuenta de que los pasos son demasiado frecuentes, lo cual no termina de cuadrar con unas piernas adultas como las de mis vecinos. O están dando pasos muy cortos o quien anda es un niño. Mis vecinos no tienen hijos, ni sobrinos, ni ninguna clase de críos. Animales tampoco, aunque definitivamente no son pasos de animal: son humanos.
Tip tip tip tip otra vez.
Es un niño. Seguro. Pero ¿cómo?
Tip tip tip tip.
Se me eriza la piel de los brazos cuando una suave brisa los acaricia, desde los hombros hasta la punta de los dedos. Las ventanas están cerradas. Las puertas están cerradas. Lo único capaz de agitar el aire dentro de mi habitación es el movimiento…
Tip tip tip tip.
Y una risa infantil, arriba, poco más allá de mis pies.
Abro los ojos y lo veo allí, colgando del techo, en pie, poco más de un metro, rubio y risueño. Su sonrisa no me reconforta, sino que me hiela el alma. Toda una vida temiendo lo que se ocultaba debajo de la cama y descubro hoy que en realidad ha estado siempre correteando por el techo.
Exagera aún más su mueca hasta que se torna diabólica. Me mira fijamente. Coge carrerilla.
Se ríe a carcajadas.
Tip tip tip tip.
Iron Maiden – Fear of the dark
I have a phobia that someone’s always there.