I bet my life

Hacía tiempo que no me costaba tanto escribir una idea, que no reescribía un principio más de quince veces, arrugando mentalmente el papel tras cada intento para arrojarlo al suelo de mi imaginación. Hacía tiempo que no veía ese suelo tan blanco, pero es que es imposible escribir sobre vosotros y hacer justicia. Todas las palabras me parecen insuficientes. Todos los signos de puntuación se ven desubicados. Me miran las letras, me guiñan los ojos como diciéndome ¿en serio?, y yo respondo de la única forma que sé: arrugando.

Me he dedicado a arrugar desde que nací, no mucho después de un cinco de enero. He arrugado pañales y alfombras, ropa, papeles que no han sabido expresar, pañuelos que han secado llantos… He arrugado todo lo que se me ha puesto por delante, incluso aquello que uno no debería arrugar nunca, aquello de lo que uno siempre se arrepiente: corazones y almas. Aun así, cada cinco de enero me he metido en la cama, he arrugado las sábanas y me he despertado para encontrar mi regalo bajo el árbol. Siempre. Aunque no me lo mereciera. Sobre todo cuando menos me lo he merecido.
Y siempre, cada día seis, el regalo ha sido lo de menos: lo importante de verdad han sido los gestos y las miradas de esos rostros que he ido arrugando con el tiempo, diciéndome que todo estaba bien, que de vez en cuando todos metemos la pata, pero que estabais orgullosos, de verdad.

Yo siempre he estado orgulloso. No cambiaría ni uno de los momentos que he vivido a vuestro lado. Ninguno. Ni siquiera los malos. En especial los malos. Dicen que hace falta la oscuridad para poder apreciar la luz, ¿no? No podemos evitar que el cielo se nuble de vez en cuando, pero si tengo tantas gafas de sol es por algo.

Este cinco de enero estamos lejos, pero sé que en cuanto cierre los ojos sabréis que me he dormido, porque siempre lo sabéis. Aun así, entraréis en mi habitación para aseguraros, me daréis un beso, sonreiréis viéndome descansar e iréis de puntillas a colocar vuestro regalo debajo del árbol. Que no sois reyes, pero para mí sois magia.

Imagine Dragons – I bet my life

There’s you in everything I do.

2 comentarios sobre “I bet my life

  1. No se puede ir hacia atrás,pero te dije que lo más importante no era aquello material sino aquellos momentos que vivimos con las personas que dan sentido a nuestra vida.
    Esta noche es mágica, pero como cada noche estaré mirando como te duermes aunque no te vea y colocaré tu regalo en ese árbol que ya he quitado de mi casa pero he dejado en mi pensamiento.
    Sabes que te quiero y no hay noche que no mire como duermes.
    Feliz noche de reyes precioso !!!!!

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